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El tratamiento de esta afección puede ser conservador o quirúrgico, este último puede ser de manera abierta o mediante el uso de la vía artroscópica. Las ventajas de la vía artroscópica son varias: el acceso mínimo de la articulación, evita la desinserción de fibras del deltoides, se observa toda articulación en busca de otras enfermedades intrarticulares, permite una rápida incorporación a la rehabilitación, menor dolor posoperatorio, no afecta la estética y permite que el enfermo retorne a sus actividades deportivas con mayor rapidez. 

El procedimiento quirúrgico comienza con la exploración de la articulación gleno-humeral mediante el portal posterior estándar, en caso de detectarse alguna afección se procederá a realizar tantos portales como sean necesarios. Para la DS se emplea un portal situado cerca de un centímetro superior y lateral del portal posterior estándar. Los portales laterales se realizan a dos centímetros del borde lateral del acromion. Una vez dentro de espacio subacromial se procede al desbridamiento con el uso de rasuradores y electrocoaguladores. El tejido bursal debe ser extraído hasta observar tejido sangrante y el techo del manguito rotador.

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