
Hospital Chiriquí - Panamá
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Hospital Chiriquí
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TRATAMIENTO DE LAS PATOLOGÍAS DEL BICEPS
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Dependiendo del paciente (edad), actividad y tipo de lesión, el tratamiento definitivo podrá ser no quirúrgico (conservador) o quirúrgico.​
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Tratamiento Conservador
Consistiría en evitar actividades sobre el nivel del hombro, evitar levantar objetos pesados, uso de cabestrillo por un período corto si es necesario, uso de medicamentos antiinflamatorios y kinesioterapia. Es el tratamiento inicial de elección para la tendinitis e inestabilidad bicipital, sin embargo, en esta última puede ser necesario un tratamiento inicial diferente en pacientes jóvenes. En general, el dolor de una rotura del tendón bicipital proximal tiende a ceder con el tiempo.
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La deformidad (signo de Popeye) o leve debilidad del brazo no tienden a restringir las actividades de los pacientes mayores o de baja demanda. Si además no existen otras lesiones asociadas, este sería el procedimiento inicial de elección para estos pacientes. El tratamiento no quirúrgico de la rotura del tendón bicipital distal estaría indicado en pacientes de edad avanzada e inactivos o con contraindicación quirúrgica.
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Tratamiento Quirúrgico
El tratamiento quirúrgico generalmente es artroscópico (pequeñas incisiones en el hombro dónde se inserta una microcámara e instrumentos quirúrgicos pequeños). Las opciones de tratamientos son:
-Desbridamiento: Resección del tejido inflamado o dañado del tendón.
-Descompresión: Liberación del tendón comprimido en su trayecto.
-Tenodesis: Resección de la zona dañada del tendón e inserción de su extremo proximal en otra ubicación.
-Tenotomía: Sección del tendón en su origen (produce el signo de Popeye. Se prefiere en pacientes mayores de baja demanda).
-Reinserción de la rotura del tendón distal.
El tratamiento de una tendinitis bicipital podría ser quirúrgico si el manejo conservador (no menos de tres meses) no logra bajar los síntomas, o si existen lesiones asociadas como una rotura del manguito rotador, patología que generalmente se asocia a la inestabilidad bicipital, por lo que, su tratamiento es habitualmente quirúrgico (especialmente en pacientes jóvenes y activos).
El tratamiento quirúrgico (tenodesis) de una rotura del tendón bicipital proximal estaría indicado en pacientes que necesiten recuperar completamente la fuerza de rotación del antebrazo (supinación), como personas jóvenes y activas o algunos trabajadores manuales. En raras ocasiones se indica por estética.
El tratamiento de la rotura del tendón bicipital distal es generalmente quirúrgico, sobre todo en pacientes que no toleran la pérdida de fuerza de supinación del antebrazo. El procedimiento consiste en la reinserción del tendón a nivel del codo (radio).
RECUPERACIÓN
El manejo post-operatorio va a depender del procedimiento realizado. Los puntos habitualmente se retiran en el primer control. Se utiliza un cabestrillo o inmovilizador de hombro por pocas semanas, se indican antiinflamatorios y se inicia un programa de kinesioterapia con el fin de ir aumentando gradualmente el rango de movimiento articular y progresivamente recuperando la fuerza. Se restringirán ciertos movimientos de la extremidad operada, pero en general, actividades livianas de la vida diaria como comer o escribir pueden iniciarse precozmente.
PREVENCIÓN
En términos generales las medidas que ayudan a prevenir las patologías del bíceps incluyen un adecuado calentamiento previo a una actividad repetitiva, realizar ejercicios de elongación antes y después de la acción, realizar ejercicios de fortalecimiento y evitar las actividades que provoquen dolor.
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Estas medidas son de vital importancia para trabajadores manuales y deportistas que levantan peso excesivo o que realizan actividades repetitivas sobre el nivel del hombro. A su vez, estos últimos deben ser monitoreados para evitar la aparición de lesiones bicipitales por sobreuso.





Tratamiento de las lesiones del espacio subescapular
Existen dos caminos en la actualidad para la reparación de las lesiones. Por un lado, la técnica cerrada artroscópica, por el otro, la abierta. Pero debemos puntualizar que antes de escoger cualquier método de reparación debemos estar totalmente seguros del examen de la porción alta de la corredera bicipital son de inserción del subescapular y polea de reflexión del bíceps ya que las rupturas mínimas parciales articulares generan patología de inestabilidad bicipital que da sintomatología dolorosa desproporcionada a la magnitud de la lesión.
También es importante buscar la patología degenerativa del bíceps, de existir debe ser tratada; es en ese sentido que el examen artroscópico o abierto es mandatario para descartar patología de esa zona. En ese sentido debemos destacar que el análisis de la vía abierta no es bueno porque se parte de la cara anterior del subescapular y muchas veces se debe desinsertar para ver lo que es un contrasentido.
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También debemos saber que la fijación artroscópica del subescapular es una de las cirugías más demandantes en la práctica de la artroscópica.